Cualquier negocio de hostelería está expuesto a recibir una visita de la Inspección de trabajo y Seguridad Social. Se trata de un servicio público dependiente del Gobierno que vela por el cumplimiento de las normas laborales y exige a los propietarios de los negocios que asuman las responsabilidades derivadas de las leyes, al tiempo que se ocupa de asesorar y mediar entre todos los agentes implicados. La función principal de las inspecciones de trabajo en hostelería es garantizar la protección de los trabajadores asegurándose de que se le ofrecen las condiciones laborales adecuadas y, al mismo tiempo, velar por que los clientes del establecimiento reciben un servicio correcto en cuanto a medidas de higiene, sanitarias y de seguridad.
¿Cómo actuar ante una inspección de trabajo?
La mejor forma de prepararse ante inspecciones de trabajo en hostelería es el cumplimiento de la normativa vigente, asegurándose de respetar los contratos con los trabajadores, no contar con empleados en situación irregular o tener todos los papeles del negocio en regla. De este modo, el responsable del negocio no tiene por qué temer la visita de un inspector.
Recuerda que, según la Ley 23/2015, de 21 de julio, Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, los inspectores de trabajo pueden aparecer sin avisar en un negocio, otorgándole un “efecto sorpresa” a la visita que busca garantizar el cumplimiento de las leyes en todo momento para evitar multas y sanciones.
En cualquier caso, ten en cuenta estas recomendaciones para estar preparado ante la posibilidad de que a tu local le toque una de estas visitas en cualquier momento.
Organización
Es importante que tengas actualizada y organizada toda la documentación relativa a contratos, turnos, vacaciones y nóminas. Asegúrate de que todos los trabajadores están dados de alta de forma correcta y que se respetan las condiciones de descanso y los horarios. El sector de la hostelería es uno de los que presenta mayores incumplimientos de estas cuestiones y es habitual que sea en lo que más se fijan los inspectores.
Ten en cuenta que las sanciones derivadas del incumplimiento de las condiciones laborales son muy elevadas. Por ejemplo, en el caso de contar con trabajadores extracomunitarios sin permiso de trabajo, las multas pueden ascender a 100.000 euros.
Asimismo, asegúrate de estar al tanto en el cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene establecidas para los negocios de hostelería o de un manual de riesgos laborales y la formación de todos los trabajadores en estas materias.
Cooperación
Si recibes la visita de una inspección de trabajo es importante que colabores con los profesionales de la Seguridad Social, mostrando cooperación en todo momento y facilitando todos los documentos que soliciten. Estos trabajadores se consideran una autoridad en la materia y tienen una presunción de certeza y veracidad en la que su palabra goza de gran valor.
Por eso, es importante que los responsables del establecimiento contesten de forma clara y precisa a todas las preguntas y cuestiones planteadas evitando dar información innecesaria o que pueda poner en duda y comprometer el rigor del negocio.
Seguimiento
Para garantizar el éxito de las inspecciones de trabajo asegúrate de que un miembro del equipo acompañe a los profesionales durante la visita, aunque lo recomendable es que sea el propio responsable del negocio el que garantice el seguimiento del proceso.
En caso de que los inspectores detecten algún problema o realicen una recomendación de mejora de algún aspecto del establecimiento o de las condiciones laborales de los trabajadores, es importante que las medidas para solventarlo se pongan en marcha lo antes posible y se lleve un registro de todas las actuaciones de corrección para evitar posibles sanciones.
Recuerda también que, aunque la palabra de los inspectores tiene mucho peso ante el organismo competente, existe la posibilidad de que el establecimiento recurra las sanciones o multas interpuestas aportando pruebas que defiendan la forma de proceder del negocio o que los propios trabajadores se pronuncien en favor de la empresa.
Además de las leyes laborales, los establecimientos de hostelería deben cumplir con otras como la normativas de sanidad, los horarios permitidos de apertura y cierre, las normativas sobre la salida de humos, o la normativa sobre ruidos y decibelios permitidos en hostelería.
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