¿Cuál es el secreto para que un restaurante funcione? A priori una carta con productos de calidad junto a un buen servicio son el punto de partida para conseguirlo. Estas dos cuestiones a veces se complementan con una decoración original en locales exclusivos. Sin embargo, cumplir estas premisas no siempre es sinónimo de éxito. Comer es algo más que alimentarse: el ambiente, la rapidez del servicio, la temperatura, el nivel de ruido, la forma de comunicarse de los camareros… inciden en la experiencia y valoración de los que pasen por nuestro establecimiento. Atraer clientes a un restaurante implica promoción, personalización u ofrecer servicios complementarios. ¡Descubre estos consejos y actividades!
1. Originalidad y personalización
Es la base para atraer clientes a un restaurante. Las copias, los locales en serie, repetir fórmulas… no son la mejor técnica para un local de hostelería. La clientela siempre va a preferir la originalidad y la personalización. ¿Cómo conseguirlo? Hay varias posibilidades.
1.1. Decoración singular
A la hora de decorar tu restaurante puedes hacerlo partiendo de una determinada temática: es el caso un restaurante italiano-, un restaurante mexicano o incluso un local adornado con estética gamer. Sin duda, la estética y atmósfera elegidas para tu local son uno de los primeros puntos para captar la atención y atraer clientes.
1.2. Personalización
Básico ante la oferta ilimitada que hay en la actualidad. A las personas les gusta sentirse únicas, que se tiene en cuenta su opinión y gustos… también a la hora de comer. Por eso, dar la opción al cliente de diseñar sus propios platos, elegir ingredientes y combinarlos a su gusto, puede ser una fórmula más que acertada para que el cliente se sienta parte central de nuestro restaurante.
2. Los servicios complementarios son la clave
2.1. Zona infantil
Si queremos contactar con el público familiar siempre va a agradecer un espacio pensado para los más pequeños. En caso de no disponer de sitio suficiente los detalles marcarán la diferencia. Tronas, manteles de papel con dibujos en los que poder pintar o menú infantil son algunas de las posibilidades.
2.2. Conexión Wifi
Un servicio básico en la actualidad, especialmente entre los clientes más jóvenes. Un paso más allá sería el coworking, es decir: habilitar en el restaurante una zona en la que los clientes puedan trabajar con sus ordenadores. Está pensado especialmente para los momentos del día en los que el restaurante no tiene casi actividad, como las mañanas.
2.3. Mobiliario ergonómico y accesible
La accesibilidad es uno de los puntos para hacer tu local más amigable. No es sólo cuestión de atraer más clientes, sino de ponerles las cosas fáciles y mejorar la experiencia para aquellas personas con algún tipo de discapacidad. Contar con asientos y mesas ergonómicos es una buena idea. Haz que tus clientes piensen en tu restaurante como un lugar confortable.
2.4. Zona para la siesta
Un servicio premium que ofrecen los restaurantes con más espacio y nivel.
3. Actividades para restaurantes que no pueden faltar en tu local
Muchos de lo clientes buscan una experiencia para compartir con los amigos, las familias o sus redes sociales. Salir a comer o cenar es una opción de ocio más y, por eso, cada vez son más los establecimientos que optan por completar su oferta con actividades que van más allá de lo gastronómico.
3.1. Concursos en redes sociales
La sociedad actual no se entiende sin redes sociales y, en el caso de la hostelería, es uno de los sectores con más presencia en Internet. Por eso es básico contar con página web, perfiles en Facebook e Instagram y actualizar con frecuencia el contenido. Para que las redes sociales funcionen es básico mantener una escucha activa e interactuar con el cliente. Además de contar con un hashtag propio o contestar a los comentarios de usuarios se pueden organizar concursos en los que, por ejemplo, intentar adivinar los ingredientes de un nuevo plato, subir fotos con recetas de especialidades del restaurante o comiendo en el restaurante para lograr más “likes” que el resto.
3.2. Catas de nuevos productos
Cada vez hay más personas que buscan que ir a un restaurante sea una vivencia única y especial. Organizar catas de productos nuevos es el pretexto perfecto para contactar y fidelizar clientes. ¿Qué artículos elegir? Lo recomendable es que sea alguno incluido en la carta del restaurante, aunque también se puede realizar alguno temático de vinos, cervezas, vermuts, quesos, embutidos de una zona, tostas…
3.3. Clases de cocina
Otra forma para promocionar un restaurante es organizar clases de cocina. Pueden ser de modo regular u organizar talleres esporádicos. Para ello puede optarse por preparar alguna de las especialidades del local u preparar talleres temáticos (comida para llevar a la oficina, de picnic, japonesa, recetas para celíacos, vegetarianos…). Para fomentar el feedback nada mejor que los asistentes suban después sus elaboraciones a las redes sociales.
3.4. Menús especiales para fechas y eventos señalados
El menú de un restaurante debe ser algo dinámico y adaptarse a los productos de temporada y fechas señaladas. No se trata solo de elaborar platos especiales en Navidad, sino también de ir ofreciendo nuevas propuestas en función de la época del año y de la zona. Por ejemplo, si es un restaurante de un municipio rural preparar recetas con setas y castañas en otoño.
Para contactar con el público más joven una posible opción es elaborar menús relacionados con alguna serie. Por ejemplo: ¿Qué comerían Los Lannister?, ¿Qué táperes le llevarías a los protagonistas de La Casa de Papel?
3.5. Música en directo
Los eventos con música en directo son un buen reclamo pero para ello hay que cumplir unos requisitos mínimos: contar con la insonorización adecuada, espacio suficiente y adaptar el concierto al tipo y estilo del local. Además, la música debe ser un complemento, no el atractivo principal, e interrumpir lo mínimo en el servicio de comidas.
Y es que la gastronomía, en su concepto más amplio, es mucho más que una necesidad de alimentarse. Es también un acto social y cultural con el que vivir nuevas experiencias. Los consumidores demandan cada vez más este tipo de propuestas y, por eso, los restaurantes deben completar su oferta culinaria con otro tipo de actividades.
4. Cuida tus redes sociales
En la línea de lo mencionado anteriormente, la promoción de un restaurante en la actualidad es indisociable de las redes sociales. Una página web y perfiles en Facebook e Instagram, son canales perfectos para dar a conocer nuestro local con buenas fotografías, así como su carta, las novedades… Para ello es fundamental actualizarlos y permanecer atentos al feedback. La escucha activa nos permitirá saber cómo fue la experiencia de los comensales que pasen por nuestro local, sus críticas y cuestiones que se deben mejorar. Fundamental utilizar hashtag con muchas impresiones, como #realfood o #healthfood
5. Enamora con tu carta
La carta es un aspecto primordial en un restaurante en un doble sentido. Por un lado está la elección de los platos que vamos a ofrecer a los comensales. Para ello hay que tener en cuenta el tipo de público con el que queremos conectar, los productos que necesitaremos para su elaboración, el tiempo y dificultad, cuáles son las especialidades de la casa…
Algunos restaurantes juegan con una estrategia muy diferente a la hora de presentar su menú: una carta secreta. De este modo los clientes reservan sin saber lo que van a comer dejándose sorprender por las propuestas del cocinero.
Consejo extra: la importancia de fidelizar a tus clientes
Comer fuera puede ser algo rutinario por necesidad (falta de tiempo para cocinar o para poder ir a casa en el descanso del trabajo) o por ocio (comida familiar, con los amigos, compañeros…). En todo caso la fidelización de clientes es prioritaria para la supervivencia de un restaurante (con la excepción de aquellos situado en zonas muy turísticas). Y eso pasa por una buena experiencia, una atención correcta y cumplir con la expectativas acordes al tipo de establecimiento. Los descuentos y tarjetas regalo son un complemento para la fidelización de clientes.
