Hemos estado en restaurantes de barrio y hasta en restaurantes con estrella Michelin, pero hasta ahora nunca habíamos visto un restaurante de aeropuerto. La idea de comer en un aeropuerto puede sonar algo rara y fuera de lo que estamos acostumbrados a hacer. Normalmente en los aeropuertos hay restaurantes donde sirven sándwiches, hamburguesas y otro tipo de comida rápida. Pero el equipo italiano de Jamie rompieró este molde al crear un nuevo restaurante en el aeropuerto de Gatwick (el segundo aeropuerto más grande de Londres) muy diferente a lo que la gente está acostumbrada.
A diferencia de otros restaurantes de la cadena, este restaurante tenía la “problemática” de atender a un público muy diverso desde quienes buscan un desayuno rápido, una comida de negocios mientras viajan de un lado a otro, familias y grupos de amigos que buscan donde poder comer relajadamente un buen plato de comida, viajeros solitarios que quieren un bocadillo rápido… Por lo tanto la oferta debía de evolucionar más allá de los platos estándar de Jamie. Así consiguieron dividir el espacio en tres zonas, la del restaurante principal, la de la panadería y una zona de comida para llevar con vistas a la sala de embarque. Jamie no sólo creo que el aeropuerto un espacio único, sino una experiencia única también.
Pero esto no es lo más impactante de este restaurante, la decoración de este restaurante italiano es sorprendente y espectacular. Los clientes al entrar se encuentran con un nuevo concepto de diseño de interiores donde se combina el estilo industrial con toques de los años 50 con muebles tapizados y madera recuperada.
Podemos ver diferentes mesas altas alargadas con taburetes de aluminio que recuerdan a un comedor, ya que en cada mesa se pueden acomodar hasta 8 comensales. Hay otras zonas con mesas redondas y cuadradas de hojalata y sillas de aluminio que contrastan con los azulejos del suelo y la madera de las paredes. También hay sofás de media luna con vistas a la pista de aterrizaje para quienes quieran disfrutar de un espectáculo aéreo mientras comen.
En el restaurante se pueden observar distintos focos de luz. A la entrada hay grandes bombillas colgantes que cuelgan desde un techo donde se ve la estructura interior donde pasan los conductos del aire. Y en otras zonas del restaurante lámparas colgantes estilo años 50 que dan luz a la zona de la panadería y las mesas. Una combinación impresionante.
No nos cabe duda que este restaurante es una visita obligada de camino a Londres.