En muchos locales de hostelería no hay cocina, bien porque cuando se creó el local no se pensó en hacer una o bien porque por las condiciones del mismo es inviable el poder dar de alta una extracción de gases.
Pero no podemos utilizar la falta de cocina como una excusa para no ofrecer a nuestros clientes sabrosos pinchos que no necesiten pasar por la cocina o que no precisen de un equipamiento demasiado complicado.
Pinchos fríos y ollas programables
Dos son las opciones que se suelen utilizar para que los clientes puedan disfrutar de un pequeño aperitivo o de un tentempié a la hora de la merienda. Por un lado están los canapés fríos, apetitosos y que se pueden elaborar sin necesidad de una cocina. Ya sean los pinchos de pan y fiambre o las cestitas de masa brisa rellenas de paté, para los pinchos salados o los pequeños bizcochos y pastas para los aperitivos dulces, una buena presentación puede darles el mismo encanto y atractivo que un plato más elaborado.
Y para el frío del invierno, nada mejor que un cálido plato cocinado en una olla programable, que no necesita de sistema de extracción y que se puede utilizar en cualquier espacio. Unas lentejas, unos deliciosos callos o incluso un poco de guiso con el mejor sabor casero se pueden conseguir en estas ollas, ideales para realizar poca cantidad de comida en un lugar sin cocina. Una buena forma de calentar el cuerpo cuando ataca el frío.
Aunque por supuesto, la mejor forma de entrar en calor es mediante un buen sistema de calefacción, como las estufas para exteriores que se pueden encontrar aquí y que garantizan que los clientes estarán cómodos y a gusto independientemente de los grados que haga en el exterior.