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La comodidad es la característica que define y distingue a los sillones de interior frente a otro tipo de asientos como sillas o taburetes. Los sofás también suelen ser muy cómodos, pero no son individuales como los sillones, y eso hace que tengas que compartir tu espacio con otras personas.
Los sillones para espacios interiores pueden estar fabricados de muy diversos materiales, aunque los más habituales son los sillones de plástico (abs, polipropileno, tecnopolímero, policarbonato...) a veces reforzado con fibra de vidrio, así como los de rattan y los de asiento de textiline con patas y brazos de madera.
En el caso de este tipo de mobiliario que va a ocupar estancias cerradas, no expuestas a la intemperie, lo más importante además de la comodidad, es el diseño, sobre todo porque pueden llegar a ocupar una parte muy importante de la sala, incluso a convertirse en muebles protagonistas del espacio.
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Los sillones dan un toque de calidad a cualquier establecimiento de hostelería. La amplitud, el respaldo y los apoyabrazos, y la comodidad que esto supone, los convierten en la mejor opción para negocios en los que se busca que la clientela se sienta a gusto, relajada y pase mucho tiempo sentada alrededor de una mesa.
Junto con la comodidad y el confort de los clientes, los sillones de interior para hostelería cumplen otra función y es la de dotar al local de una elegancia y una belleza estética que difícilmente se logra con otro tipo de mobiliario. Los sillones de interior, inspirados en los tronos de los antiguos reyes, evocan el estilo, la clase, la distinción y dan un toque chic y refinado al lugar donde se colocan.